viernes, 1 de noviembre de 2013

Golf-os.

La clave no es lo que cuesta el campo de golf, la pregunta constituía el lazo.
El nudo gordiano de la cuestión es averiguar quien se ha estado llevando el dinero.
La falsa fundación sin animo de lucro y el alcalde, cómplice necesario de su gestión, tienen todas las papeletas para que les toque esta rifa entre Golf-os.

Tras 12 años de funcionamiento, el ayuntamiento ofrece por fin los primeros datos del periodo de gestión municipal de estas instalaciones.
Y sorprendemtemente son positivos, pero la cautela en atribuirse este milagroso e inexplicable cambio les delata.
Después de 12 años, descubrimos que el campo de golf ha sido un negocio muy rentable, sin que a las arcas municipales llegase la parte correspondiente, es mas, durante esos años de bonanza se estuvo inyectando dinero publico en estas instalaciones, argumentando que no eran rentables, pero si una bendición para el turismo, por lo que estábamos obligados a sostenerlas,
Si el alcalde nos asegura que con 105 socios hay beneficios... cuando estos pasaban de los 250, por lógica, dichos beneficios serian mayores.
Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, en estos momento el campo es sostenido en un 100% por los abonados, que entre cuotas, entradas y uso de otros servicios, aportan mas de 125.000 € (Una media de 1.200 € por socio al año.) de los 132.601,35 € del capitulo de ingresos.
Si estas cifras son ciertas, cuando el campo de golf contaba con mas de 200 socios, el superávit se dispararía considerablemente.

Una estimación poco rigurosa pero bastante ilustrativa:

230 abonados x 1200 € de media = 276.000 € 
Gastos año 2012-2013= 125.000 €           Superávit: 151.000 €

25 millones de pesetas anuales, en los años de bonanza, que no fueron pocos, administrados por una fundación de sinvergüenzas con animo de lucro y sus secuaces, que como mínimo miraron hacia otro lado, mientras extendían la palma de la mano solícitamente.

La gestión de esta fundación durante mas de una década es otro de los agujeros negros en nuestro municipio.
A día de hoy el Alcalde sigue sin aportar ningún dato sobre dicho desastre, ignorando que ha sido bajo su mandato principalmente cuando han ocurrido estos desmanes. (8 de los 12 años)
Una de dos: o cómplice o tonto útil.
Concluyendo:
Una década de gestión opaca y fraudulenta, avalada por el alcalde, hasta que estos sinvergüenzas pegaron la espantada.
Eso si, después de lucrarse junto con sus cómplices, esquilmando los beneficios que deberían haber ido a parar a las arcas municipales.
La taquilla del campo durante estos años ha sido una entrada de dinero negro, que ha regado generosamente las voluntades de aquellos que deberían haberla controlado escrupulosamente.
Un triste desenlace.

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