miércoles, 13 de noviembre de 2013

Matonismo y expolio.

El País nos deleita hoy con un editorial propio de su prestigio internacional y su progresismo, llamando matón al diputado de las CUP David Fernández por su performance de la zapatilla y su intervención en la comisión del Parlamento catalán en la que comparecía Rodrigo Rato.

El editorialista habla de “insultos, amenazas y gesticulaciones tabernarias” y elogia que el ex ministro, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, ex presidente de Bankia y flamante consejero asesor para Latinoamérica y Europa de Telefónica, acudiera al Parlament a dar explicaciones sin estar obligado a hacerlo. El editorialista se escandaliza del trato “vejatorio” que a su juicio recibió el consejero, se queja del deterioro de las instituciones democráticas por “prácticas inaceptables” como ésta y lamenta la “zafiedad populista” y la “nefasta radicalidad polarizadora” que se viene produciendo en los parlamentos en los últimos tiempos.

El tipo de fraseología que emplea el editorial no es difícil de identificar, es la propia de los tertulianos de la extrema derecha mediática y rechina en un periódico que presume de ser una referencia periodística internacional. Todos sabemos que este tipo de discurso es fácil de rebatir, máxime si echamos una mirada a nuestro alrededor.

Vivimos en un país en el que las decisiones de los gobiernos de Rodrigo Rato, las del FMI que encabezaba y las de Bankia que presidía han condenado a millones de familias a la amenaza permanente de perder el trabajo, a la violencia de no poder encontrarlo, al deterioro de los servicios públicos, a la pobreza de un cuarto de la población, al matonismo de los bancos desahuciando familias y especulando con viviendas vacías, al trato vejatorio que reciben los pensionistas, los sin papeles, los estudiantes que no pueden pagar las tasas, los que trabajan sin contrato, los que cobran 600 euros al mes trabajando doce horas al día, los preferentistas que perdieron sus ahorros y un interminable etcétera…Pero claro, se conoce que esto no ha deteriorado la democracia española. Lo que la deteriora es la “zafiedad populista” de quien enseña un zapato a un millonario y le pregunta si sabe lo que es el miedo que padecen millones de familias.

El ejercicio de cinismo del autor del editorial es digno de elogio, pues hasta para ser cínico hay que tener habilidades intelectuales y las suficientes agallas para que te rebata cualquiera. Por eso la pregunta debe ser otra:

¿Qué puede llevar a un profesional de la información a escribir así?

Casilla 1: El editorialista no es un cínico y efectivamente piensa lo que escribe. En ese caso, le pido que acepte mis disculpas y me perdone por presuponerle la inteligencia y las agallas propias de los cínicos.

Casilla 2: Telefónica es el mayor accionista español de El País (recuerden que el periódico está mayoritariamente en manos de fondos de inversión estadounidenses, bancos suizos y grupos de comunicación italianos) y hay que defender a sus directivos

http://blogs.publico.es/pablo-iglesias/614/el-maton-david-fernandez/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.